La Unidad Fiscal de Derechos
Humanos que dirigen los fiscales José Nebbia y Miguel Palazzi confirmó esta semana que
el represor Carlos Alberto Arroyo, un coronel retirado del Ejército acusado de
participar en la comisión de delitos de lesa humanidad, se dio a la fuga desde
hace al menos diez días, aprovechando la excarcelación con que lo benefició el
mismo Juzgado Federal 1 bahiense que denegó ayer el pedido de detención a
Vicente Massot y Mario Gabrielli.
El carácter de prófugo del
imputado se comprobó luego de que el 6 de mayo último no se presentó a un
examen de rutina ante el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia.
La inasistencia motivó la disposición de distintas medidas en pos de dar con su
paradero, que hasta el momento resultaron infructuosas.
Arroyo formaba parte al
momento de su fuga de la decena de imputados que debían sentarse en el
banquillo de los acusados durante el próximo juicio oral por los delitos de
lesa humanidad perpetrados durante la dictadura bajo jurisdicción de V Cuerpo
de Ejército.
La decisión de excarcelar al
represor había sido a su vez ratificada por la Cámara Federal de Apelaciones de
nuestra ciudad, pese a las sucesivas presentaciones que en sentido contrario
realizó la Unidad Fiscal ahora a cargo de Nebbia y Palazzani y anteriormente
bajo responsabilidad de Abel Córdoba.
El 24 de octubre pasado, por
caso, tomando en cuenta la inminencia del inicio del debate oral que lo
incluiría entre los acusados, la Unidad solicitó al Tribunal Oral Federal (TOF)
la detención de Arroyo y de los también excarcelados represores José Héctor Fidalgo
y Alejandro Lawless. El pedido fue reiterado el 21 de marzo de este año, pocos
días antes de la audiencia preliminar entre las partes que se desarrolló el 16
de abril. Hasta el momento, el TOF nada ha resuelto.
Perfil
del represor que huye
Durante el imperio del
Terrorismo de Estado, bajo la última dictadura cívico militar, Arroyo se
integró la Compañía Comando y Servicios del Comando del V Cuerpo de Ejército.
Como parte del llamado “Equipo de Combate contra la Subversión”, ha sido señalado como responsable del
asesinato de la pareja formada por Daniel Hidalgo y Olga Silvia Souto Castillo,
que al momento de perpetrado el hecho estaba embarazada. Ese caso es el que lo
habría depositado en el banquillo de los acusados en pocos días, si no le
hubieran otorgado la libertad de fugarse el Juzgado Federal 1 y la Cámara de
Apelaciones.
“La Unidad Fiscal ha
repetido en innumerables ocasiones la necesidad de que todos los imputados por
delitos de Lesa Humanidad sean detenidos en unidades carcelarias, atento el
riesgo procesal concreto y real de que se fuguen, ya que, como se ha visto en
los hechos, quienes formaron parte del Estado terrorista cuentan aún hoy con la
connivencia de diversos sectores de poder que protegen a este tipo de
delincuentes”, dijo la Unidad Fiscal bahiense en un comunicado emitido ayer a
última hora de la tarde. Arroyo tiene conocidos poderosos, que mucho hicieron
por su impunidad: entre 1993 y 1998 fue parte de la custodia militar de Carlos
Menem y junto a él viajó por todo el mundo.
Al cierre de esta nota se
encuentran también prófugos Aldo Mario Álvarez, Ricardo Joaquín Molina y Miguel
Ángel García Moreno, cuyo antecedente no sirvió para que el Poder Judicial
bahiense se replantee algunas decisiones: como Arroyo ahora, García Moreno
estaba excarcelado y se fugó poco antes de que diera inicio el juicio que lo
tendría como acusado, a mediados de 2011.
Quien tenga datos sobre el paradero del represor Carlos Alberto
ARROYO (foto, 60 años), puede aportarlos contactándose al teléfono (0291) 4566567
o la dirección de correo electrónico uavddhh-bha@mpf.gov.ar
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